
Hay que ver cómo está el mundo. Mientras millones de mujeres desean parecer más jóvenes en Francia la periodsita Laurence Ferrari se ha sometido a un proceso de envejecimiento para dar más credibilidad en su telediario y ganar audiencia.
El telediario de la cadena privada TF1 era el más visto del país. Tras la marcha de su antiguo presentador, Patrick Poivre d'Arvor, quien estuvo al frente del telediario durante 20 años, la joven periodista Laurence Ferrari le sustituyó. Fue un gran cambio, y el telediario, que gozaba de un 36% de share, cayó a un 30%. Esto puso de alerta a la cadena, quien ha decidido "envejecer" a Laurence Ferrari, haciendo que vista ropa más seria, un peinado de abuela y resaltando las pocas arrugas que tenía.
¿Hace falta envejecer para tener credibilidad? En España no tenemos ese problema, de momento. Muchos de nuestros telediarios están dirijidos por periodistas jóvenes, es más, cada vez el vestuario que utilizan es más moderno. En fin, desconozco si al final recuperarán los espectadores perdidos, pero si lo consiguen, se confirmará la toería de que a los franceses les gusta ver en la tele a gente con edad.
Fuente: El Mundo
El telediario de la cadena privada TF1 era el más visto del país. Tras la marcha de su antiguo presentador, Patrick Poivre d'Arvor, quien estuvo al frente del telediario durante 20 años, la joven periodista Laurence Ferrari le sustituyó. Fue un gran cambio, y el telediario, que gozaba de un 36% de share, cayó a un 30%. Esto puso de alerta a la cadena, quien ha decidido "envejecer" a Laurence Ferrari, haciendo que vista ropa más seria, un peinado de abuela y resaltando las pocas arrugas que tenía.
¿Hace falta envejecer para tener credibilidad? En España no tenemos ese problema, de momento. Muchos de nuestros telediarios están dirijidos por periodistas jóvenes, es más, cada vez el vestuario que utilizan es más moderno. En fin, desconozco si al final recuperarán los espectadores perdidos, pero si lo consiguen, se confirmará la toería de que a los franceses les gusta ver en la tele a gente con edad.
Fuente: El Mundo