miércoles, 7 de mayo de 2008

Periodismo y cine: Todos los hombres del presidente

Cuando el 1 de Junio de 1972 salió a la luz el “Caso Watergate” (robo a las instalaciones del partido demócrata) los medios de comunicación se dedicaron a contar lo que las fuentes oficiales dijeron. Pero en el Washington Post dos periodistas, Bob Woodward y Carl Bernstein, siguieron una pista (el nombre de Howard Hunt en la agenda de uno de los detenidos por el robo), a pesar de que las fuentes oficiales la desmentían, y llegaron al final del asunto gracias a ella. Fueron tirando del hilo hasta llegar al final. No siguieron la forma habitual del periodismo a la hora de investigar un casi así. No creyeron a las fuentes oficiales (tenían la teoría de que iban a poner micros en el apartamento), casi toda su investigación se basó en fuentes anónimas y sus vidas estuvieron en peligro.

Está claro, que el Washington Post y sus reporteros no trataron este asunto como los demás medios. En la película “Todos los hombres del Presidente”, se destaca que en la ciudad de Washington había unos 2000 periodistas y sólo 5 investigaban el Caso Watergate, y la mayoría eran del Washington Post. Es más, este periódico es el único que siguió investigando en el caso una vez dejó de ser interesante para la mayoría de la sociedad. Esto confirma que a pesar del poco interés de la audiencia, siguieron investigando hasta el final. Y cuando ya estaban llegando a ese final y se sentían cada vez más presionados, aguantaron y respondieron, “porque estaba en juego la libertad de prensa y quizá el futuro del país.”

Una vez que empezaron a investigar se dieron cuenta de que las fuentes oficiales mentían y que había mucha gente coaccionada. Ya sabían que algo grande se ocultaba tras todas esas contradicciones e informaciones que iban obteniendo. Así pues, no sólo estuvieron motivados por el sentido de responsabilidad e interés público, sino por todo lo anterior y por la búsqueda de la verdad.

La investigación que llevaron a cabo fue difícil, pues se basaron en fuentes anónimas, desconocidas, y sólo por testimonios que después debían de ser confirmados por otras fuentes o por pruebas que indicasen que la información era cierta si la querían publicar. Gracias a estas fuentes se resolvió el caso, aunque no lo habrían conseguido sin la fuente conocida como Garganta Profunda, quien se citaba con Woodward en un oscuro aparcamiento y le daba información off the record. Woodward solo podía utilizarla para apoyarse en su investigación. Y gracias a las palabras de esta fuente, “sigue el rastro del dinero”, pudieron encontrar a las personas implicadas en el caso.

La investigación del Caso Watergate es relevante para el periodismo de nuestro país, pues no es el caso en sí lo que realmente importa, sino la manera en que fue investigado. A pesar de todas las dificultades que se encontraron en el camino llegaron hasta el final y descubrieron la verdad. A partir de ese momento las fuentes oficiales dejaron de tener esa credibilidad de la que gozaban y el mundo entero se dio cuenta de ello.

1 comentario:

Anónimo dijo...

super!

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